Soluciones
Smithstown examinó muchas posibles impresoras 3D antes de diseñar su propia referencia y enviarla a posibles proveedores. Lo que nos llamó la atención fue la calidad de la referencia producida en la TruPrint 2000. Además, el volumen de la máquina era perfecto para nuestras necesidades y el precio era competitivo», afirma Gerard King, director general de Smithstown. El proceso aditivo es ideal para los productos médicos de Smithstown debido a las complejas geometrías que implica. «Sin la impresión 3D, serían necesarios varios procesos que llevarían muchas horas. La fabricación aditiva también ofrece la posibilidad de personalización, lo que tiene ventajas evidentes para productos como los implantes.»
Implementación
Desde la instalación de la TruPrint 2000 en Smithstown, se han producido prototipos y muestras en acero inoxidable 17-4 y 316 para clientes del sector de la tecnología médica. Con su pequeño haz láser de 55 µm de diámetro, la TruPrint 2000 ofrece un resultado de impresión insuperable que impresiona por su calidad de la superficie y la atención a los detalles. Dos láseres de fibra de 300 W de TRUMPF garantizan una alta productividad en todo el volumen constructivo cilíndrico de 200 mm de diámetro por 200 mm de altura. Con Melt Pool Monitoring, las desviaciones en el proceso de fusión por láser pueden detectarse en una fase temprana a través de sensores; las áreas críticas del componente pueden visualizarse. «Estamos muy satisfechos con la calidad y la velocidad de la TruPrint 2000. Contamos con el apoyo óptimo de TRUMPF; siempre están atentos a nuestras necesidades», dice Gerard King.