El corazón de la máquina es el SmartGate. Junto con las mesas de cepillos, evita la inclinación y la soldadura de las piezas. El apoyo inteligente se desplaza de forma sincronizada con el cabezal de corte, ofreciendo así apoyo a las piezas en toda su superficie. El cilindro de expulsión encuentra automáticamente, para cada geometría de pieza, el punto de partida ideal para expulsar la pieza de la rejilla residual. En el proceso, la pieza queda fijada entre el cilindro de expulsión y el SmartGate y se desprende hacia abajo de la rejilla residual mediante un movimiento guiado. A continuación, el SmartGate se abre y un desviador-clasificador transporta de forma segura la pieza a uno de los recipientes.