Cuando Oliver Meusel habla de láseres, uno se da cuenta enseguida de que sabe tanto de teoría como de práctica. Lleva más de 30 años en Brose y actualmente trabaja como experto en tecnología de soldadura. En su equipo desarrolla tecnologías, diseña procesos y valida productos. Y como Meusel sabe lo que es importante en producción, suele tener propuestas para productos y servicios que facilitan aún más el día a día de los clientes. Sus ideas suelen surgir directamente de los desafíos prácticos a los que se enfrenta en su trabajo.
Y exactamente eso es lo que ocurrió con el Health Check para láseres. "En Brose, con cada nuevo producto que creamos, sopesamos las siguientes opciones: ¿compramos una nueva instalación? ¿O podemos reutilizar una máquina existente?", explica Meusel. Y, a continuación, añade: "Esto último resulta especialmente atractivo en el caso de los láseres: no hay que realizar nuevas inversiones, la instalación ya está amortizada y, además, todo el conjunto es sostenible". Pero, ¿quién puede decir realmente si un láser sigue siendo apto para un nuevo proyecto después de años de uso?
Una idea se convierte en un producto
Plantea a sus socios de TRUMPF una pregunta: ¿Por qué no desarrollamos un control exhaustivo que permita a los responsables de la toma de decisiones obtener una evaluación global transparente, objetiva y comprensible de la instalación, algo así como un informe pericial de vehículos usados? Mediante la combinación del análisis de los datos láser disponibles y una evaluación en profundidad realizada in situ por un técnico de servicio, se podrían evaluar todas las ventajas y desventajas de una nueva adquisición frente a la reutilización. Es decir, ¿qué supone concretamente cada decisión en términos de costes, riesgos y sostenibilidad? Los expertos de TRUMPF reconocieron rápidamente las ventajas que un análisis de este tipo podía ofrecer a los clientes y, junto con Oliver Meusel, desarrollaron un Health Check para láseres. Meusel coordinó los requisitos internamente, reunió a colegas de varias plantas, recabó opiniones y TRUMPF escuchó.
Condition Monitoring: ¿cómo estás hoy, querido láser?
El análisis de los datos láser es algo habitual en Brose. La empresa confía desde hace años en el Condition Monitoring de TRUMPF. Todos los láseres utilizados en el mundo, más de 200, están conectados al sistema. Este supervisa de forma proactiva anomalías e incidencias mediante algoritmos y la colaboración de los expertos del servicio técnico de TRUMPF, evitando así estados de inactividad. "Creo que Condition Monitoring es una potente herramienta y la recomiendo a cada una de nuestras plantas", dice Meusel. Sin embargo, no es suficiente para decidir si un láser usado puede utilizarse en un nuevo proyecto. Esto se debe a que Condition Monitoring señala el estado actual de la instalación, en cambio con Health Check se busca echar un vistazo al pasado y hacer un pronóstico del futuro.
Health Check: Querido láser, ¿cómo te ha ido hasta ahora?
Para ello, el Health Check para láseres plantea más preguntas: ¿cuál era el estado del dispositivo durante el último periodo de funcionamiento? ¿Con qué frecuencia se efectuaron reparaciones y tareas de mantenimiento? ¿Cuál es la disponibilidad de servicio y de piezas de repuesto? Si merece la pena realizar un reacondicionamiento, ¿existe la posibilidad de reequipar la instalación con servicios inteligentes, como el almacenamiento automatizado de datos de calidad "Quality Data Storage" de TRUMPF, o la supervisión autónoma con Smart View? Preguntas que juegan un papel importante no solo para los responsables de la toma de decisiones en Coburg, sino para los 68 lugares de emplazamiento de Brose en todo el mundo.

Los expertos de TRUMPF llevan a cabo los siguientes servicios durante el Health Check para láseres directamente en las instalaciones del cliente:
- Inspección visual general
- Comprobación del estado de la fuente del rayo
- Comprobación de la guía del rayo, del cable de fibra óptica y de la óptica
- Sistema de refrigeración, cable de fibra óptica y óptica
- Análisis de las anomalías del Condition Check
Encontrará más información sobre el Health Check para su láser aquí.
Una planificación segura para evitar sorpresas
Entretanto, ya está en funcionamiento el servicio del que Brose fue cliente piloto. Meusel recomienda a todos sus colegas de las plantas de la UE que programen la verificación para cada nueva aplicación láser. Y ya se está estudiando una implantación a nivel mundial. "Los colegas del resto de fábricas están muy satisfechos. Health Check proporciona seguridad y ofrece una base sólida para la toma de decisiones por parte de todos los implicados en caso de deslocalización de instalaciones", resume Meusel. Y aun cuando el valor añadido del servicio no pueda expresarse realmente en euros y céntimos, Meusel recalca: "Para mí el Health Check es una especie de seguro; con él evitamos retrasos en los proyectos, tenemos los costes de las piezas de desgaste bajo control, conocemos el suministro de piezas de repuesto. Resumiendo, sabemos en qué nos metemos cuando seguimos utilizando un láser funcional pero 'entrado en años'".
Con este enfoque, Brose también contribuye a los objetivos de sostenibilidad de la empresa: "En lugar de adquirir automáticamente un nuevo dispositivo, ahora comprobamos qué puede seguir haciendo el láser existente, incluyendo el consumo de energía y la huella de carbono".Destaca especialmente la colaboración con TRUMPF en el desarrollo del Health Check: "El intercambio es siempre profesional, abierto y orientado a la búsqueda de soluciones, incluso cuando a veces resulte controvertido". Meusel recomendaría el servicio a cualquier responsable de plantas de producción: "Ayuda en la toma de decisiones y garantiza que los objetivos, ya sean económicos o ecológicos, puedan alcanzarse de forma fiable y segura".

La empresa familiar Brose es uno de los mayores proveedores de automoción del mundo. Uno de cada tres coches nuevos contiene al menos un producto del especialista en mecatrónica. La empresa desarrolla y fabrica sistemas para puertas, tapas, asientos y accionamientos eléctricos, por ejemplo para sistemas de dirección y refrigeración o para patinetes eléctricos. Brose emplea a unas 31 000 personas en 68 lugares de emplazamiento repartidos por 24 países. La sede central está en Coburg, Alemania.










