Marcado por láser en plástico

Entre los cambios de color para el marcado por láser de plásticos se cuentan la decoloración, el blanqueamiento o la carbonización. Es posible blanquear las moléculas de color o alterar su color selectivamente. La energía del haz láser destruye selectivamente moléculas individuales (por ejemplo, los pigmentos colorantes) o modifica su estructura. La superficie se mantiene básicamente intacta y lisa. En la carbonización, se quema o se carboniza el plástico que contiene carbono y que está situado en la superficie. Este método se utiliza habitualmente en caso de plásticos claros.

Los plásticos de varias capas o barnizados se pueden marcar por láser mediante la abrasión de una fina capa de revestimiento. El contraste se obtiene debido al color del material de base o del barniz de base subyacente. En el proceso se eliminan barnices o capas especiales en el caso de láminas para marcado por láser. Los pulsadores en el interior de un vehículo son un ejemplo de marcas obtenidas mediante la abrasión de capas. Los símbolos son de color blanco bajo la luz diurna y se iluminan desde detrás durante la noche. Para estos diseños día-noche están disponibles láseres con una elevada estabilidad de impulso a impulso, a fin de garantizar una abrasión de capas exacta y homogénea.

El espumaje o la fusión son métodos de lo que se conoce como alteración de superficies. Para el marcado por láser de plásticos, el láser funde selectivamente el material matriz, generándose así pequeñas burbujas de gas que quedan encerradas al enfriarse el plástico. La marca en relieve así generada presenta una altura aproximada de 20 a 40 μm y es relativamente ancha. La luz se refleja de forma difusa, y la marca aparece clara sobre el plástico oscuro. De ahí que el espumaje se utilice habitualmente en caso de colores negros u oscuros.