Retos
El corazón de los vehículos eléctricos es la batería y la unidad de control de gestión de la batería (BMC). Esta unidad supervisa, controla y optimiza la potencia, la seguridad y la vida útil de la batería regulando parámetros como el estado de carga, la temperatura y la tensión de la celda. La electrónica de potencia instalada transforma la corriente continua de la batería en la corriente alterna que se necesita para la propulsión. En este proceso se genera calor que puede afectar a la electrónica. Para ello se utilizan unidades de refrigeración modernas que se pueden integrar en la carcasa de la BMC como "tapa" hermética contra los fluidos y conectarse al circuito de refrigeración del vehículo. Aquí la unidad de refrigeración debe tener contacto directo con la electrónica de potencia para garantizar una refrigeración eficaz. Por ello es necesario que la unidad de refrigeración sea absolutamente plana. También deben ser ligeras para no aumentar innecesariamente el peso y seguir cumpliendo los requisitos de las pruebas de presión de los fabricantes de automóviles.
"Nuestro cliente nos pidió una placa de refrigeración de aluminio estirado con unas dimensiones de 900 x 200 milímetros. Todo un reto, incluso para nuestros especialistas más experimentados", explica Joseph Gampp, Jefe de Área de Gestión de Productos de Feinwerktechnik hago. Claro que las tareas complejas motivan al equipo. "Tras exhaustivos ensayos y pruebas con TRUMPF hemos encontrado una solución segura y ya podemos producir la unidad de refrigeración en serie", informa orgulloso Gampp.










